martes, 29 de abril de 2008

Frases I

En la primera intervencion de este nueva seccion, os espero deleitar con unas frases de la pelicula que protagoniza matt damon, 'Rounders', que si no habeis visto, os invito a que lo hagais. De todos modos, estas frases, no son para el disfrute del personal, que no os lo voy a negar, sino para que iendo un poco mas alla, os robe un par de minutos para la reflexion.

  • "Escuchad, así es el juego: si no distingues al primo en la primera media hora de partida... es que el primo eres tú".
  • "Juega con el hombre, no con las cartas".
  • "Confía en todos... pero ten un as en la manga".
  • "La vida son momentes de riesgo, el resto es sólo espera".
  • "Pocos jugadores recuerdan las grandes mesas que han levantado, pero cualquier jugador puede recordad con notable exactitud los mayores palos que les han dado en su carrera".
  • "Es inmoral dejar que un pardillo conserve su dinero".
  • "¿Por qué piensas que los mismos cinco tíos llegan todos los años a la mesa de la final de las Series Mundiales de Poker? ¿Qué son? ¿Los tíos con más suerte de las Vegas?".

Un saludo, para todos, y espero que os guste esta nueva seccion, os invito a que comenteis, y a que posteeis nuevas citas sobre el mundo del poker.

sábado, 26 de abril de 2008

Vuelven los clásicos

Pues sí. Los clásicos están de vuelta. Con Alfonso y quien escribe sucede como con los Rolling Stones: todos los dan por muertos pero cada año cogen la mochila, se van de gira para engordar sus cuentas bancarias y le echan otro pulso a la artritis. Después de un mes aciago limitándose a achicar agua de la barca para perder lo menos posible, ambos salieron triunfadores de la noche. Sobre todo el 'manos de masa'.

La estrategia de cada uno fue diferente. Alfonso comenzó desplumando a Yáñez, otro clásico pero de diferente consideración. Si los dos primeros se asemejan a Mick Yagger y Keith Richards, el precursor del 'catenaccio' debe conformarse con parecerse al David Sumers de los Hombres G: retorno con discutible éxito. Quizás ni alcanzó la hora de juego y Pipas Sin Fronteras le donó con gentileza su 'stack' a un tiburón hambriento. Tanto, que las tres primeras fotos fueron suyas. Lógicamente, con 20 fichas en la bolsa y pillando por fin una pareja de ases, el veterano no dejó que se le escapara su primera victoria en el mes de abril (19,05).

El que escribe salvó la velada echando mano de los últimos sesenta minutos, a los que merecería llamarlos ya la 'Hora Feliz'. Después de ganar varios botes con subidas agresivas que tiran siempre a los neófitos y hacen sospechar a los perros viejos, el Seryis cazó un stack de 5 euros que se jugó a unas dobles parejas altas contra David y Burgos. Sólo le mataban siete cartas, pero los 15 euros se esfumaron y tuvo que remontar con veinte duros, como diría el Oliva.

Suficiente. All in con casi todo, confiar en la suerte y pillar escaleras -pregúntenle a Pepe- le permitió al que escribe encarar la recta final con otros cinco euritos. Un par de buenas jugadas al final redondearon la cifra hasta llegar a unos beneficios de 8,65. Lo justo para adelantar al Naipes en la general.

Otro que salió en positivo fue el Menchero. Palmó nueve machacantes de golpe y decidió tomarse una pausa. Tras el paso por vestuarios, cambió su mentalidad, se colocó el gorro de Lucky Luck y amontonó 12,35 (0,35). Lástima que los cuatro reenganches sólo le permitieran cubrir gastos, porque Emilio hubiese visto amenazado su trono. Algo parecido le ocurrió a Alberto, que al menos se quedó con 1,10; no es poco si se tienen en cuenta los tres reenganches a los que recurrió. Para César, que abandonó el hábito de fumar por unas horas, 95 céntimos de premio al final.

Entre los descalabros llama la atención el de Pepe. Se vistió de Negreanu y ni por esas. Los 'bad beats' le persiguen y, aunque cree tener de su lado la probabilidad, los amantes de las escaleras bajas poseen la insuperable ayuda de lo sobrenatural. Ni un reenganche a la desesperada le sirvió para salir en positivo de la jornada. Entre los 'palmatori' también se hallaron los debutantes David y Burgos (se rompió la norma), el mencionado Yáñez y Mary. Caso a parte es el de River, abandonado por la diosa fortuna una vez más.

Con todo esto termina prácticamente el mes de abril. Salvo sorpresa y timba de última hora, Emilio se proclamará ganador con una sola noche de éxito. Pero al menos la treintena ha dejado buenas expectativas. Los viejos rockeros siguen en el escenario y amenazan con comérselo.

viernes, 25 de abril de 2008

Dos calamares en Torrelodones

Esta crónica es contribución del Pepe, que se ha lanzado a contar su experiencia y la de César en el Gran Casino de Madrid de Torrelodones, jugando el torneo universitario. No tiene desperdicio.



Viernes 18 de abril, 19:00 horas, por fin llegó el día, el día en que dos “calamares”, César y un servidor, hacen su particular bautismo de póquer en el casino de Madrid, dentro de un torneo universitario que prometía, no por el nivel de los participantes, que sinceramente fue muy normalito, sino por la cuantía de los premios (4000 € para el vencedor, 2500 para el segundo y 1800 para el tercero) y por el nuevo escenario que se desplegaba ante nosotros, en el cual poder intentar nuestras conocidas “calamar plays”.


El torneo comenzó con retraso de 20 minutos, algo habitual si se tiene en cuenta que hubo de tramitarse 191 inscripciones en una hora y media, y la informática además no ayudó demasiado, y se desarrolló en un salón aparte de las salas principales del casino, dónde además de 3000 fichas iniciales y un croupier por mesa también se repartieron entre los jugadores refrescos, tentempiés y demás refrigerios espirituosos de precios desorbitados (5,5 € un perrito caliente, 7,5 € un bocadillo de lomo con tomate o 10 € una copa).



La guerra se libró en dos frentes distintos debido al sorteo de asientos. Por un lado la mesa 7, dónde César luchaba por dar el paso de infantil a secundaria jugando muy “tight” y viéndolas venir con “calls” de dudosa efectividad, desde el asiento 1, justo a la izquierda del croupier. Y por otro lado la mesa 6, en la que un servidor quería demostrarse a sí mismo que estaba listo para dar el paso a bachillerato sin tener que esperar a septiembre, desde el asiento 4 y en una mesa con mucho niño pijo sobrado de dinero pero falto de conocimientos y experiencia, algún que otro jugador maníaco (que ya tras la primera mano tuvo que agarrarse al salvavidas del reenganche para continuar en el torneo) y unos cuantos perros viejos del lugar, que asustaban más por sus gestos, miradas y comentarios que por la fuerza de sus cartas tras el “showdown”, aunque eso sí, mucho más habituados que el resto en jugarse sus excedentes monetarios en torneos de esta catadura.


En esto, el que escribe comenzó la primera ronda de ciegas catalogando a la vasca y jugando muy conservadoramente manos que en otros ambientes y compañía bien se hubieran merecido unos “raises” pre-flop o incluso algún que otro “re-raise”, cabe destacar un AJ y un AT multicolores así como un AT de tréboles y una pareja de dieces, que no dieron suculentos beneficios, pero que me sirvieron para ir desperezándome y empezar a perder el respeto a algunos de mis contrincantes. Ello se confirmó cuando la primera subida de ciegas se atisbaba ya en el horizonte, y un par de chanquetes subieron las ciegas con respectivos “raises”, yo con KJ de trébol no dudé en ver, desplegándose un flop con un “kiko y dos florecitas”. Los dos personajes de antes pasaron, y yo les metí un buen “raise” que sirviera de anzuelo para el posible e incipiente color, que no dudaron en ver. Efectivamente, la tercera flor salió, los dos chanquetes pasaron, yo me lamenté de que ninguno hubiera intentado el farol de color contra mi, y también decidí pasar con la esperanza de rasparles unas cuantas fichas más en el river y con la seguridad de que no peligraba mi mano. Carta insustancial en el river, que desembocó en otros dos nuevos “check”, subidita floja del “Naipes” que consiguió tirar a uno de los rivales y suficiente para ganar al otro e incrementar mi “stack” a las 6000 fichas, el doble que las iniciales, y que a la postre sería el máximo que alcanzase.


Del resto de manos cabe destacar una pareja de ases, con la que sólo obtuve las ciegas de la mesa y el “raise” de un tercer jugador, ya que la avaricia hizo aparición en mí personalizándose en un “re-raise” demasiado elevado que hizo sospechar y a la postre recular a mi rival (fold). Y una pareja de señoritas con la que me llevé un bote modesto tras hacer la correspondiente subidita en el pre-flop y la subsiguiente apuesta fuerte en el turn, concediendo entre medias una “free card” en el flop, que diera la imagen de que estaba haciendo la del calamar (funcionó).


A partir de aquí, nada reseñable. Las cartas dejaron de entrar, el respeto por la mesa y el entorno desapareció y la impaciencia por ver como otros rivales hacían de sus “stacks” pequeños “manhattans”, me hicieron comenzar a ver flops demasiado caros con cartas de dudoso valor ( Q8, J7, A5, K9, etc, y todo de diferente palo), que en lo único que desembocó fue en una particular “nit de la cremá”, donde mis fichas ardían cual “ninots” valencianos. Todo ello acabó como no podía ser de otra forma en un “all-in” fruto de la desesperación cuando en el flop un servidor tenía “draw” a color con Q10 de picas, otros dos personajes hicieron “call”, la quinta pica no salió y tuve que levantarme de la mesa a falta de dos manos para el descanso del “add-on”, con un aplauso por parte de mis contrincantes y con la amarga sensación de que podía haber hecho más, pero mi tiempo, así como mi “bankroll” se habían agotado.


Turno de ir a echar un vistazo a César. El “niño del porro” tuvo inicialmente más suerte que yo; primero por encontrarse en una mesa más movidita que me recordó a la ya célebre “mesa veneno” del “torneo calamarplay”, y segundo por saber manejar mejor las primeras manos, sacando beneficio de la prudencia e indecisión con las que siempre se juegan los primeros momentos de un torneo. Con esas se plantó en el descanso con unas 8000 fichas, que crecieron a 11000 con el obligado “add-on”, pero a partir de aquí nasti de plasti. No sabemos si fue el perrito caliente que se cenó, el robo a mano armada que represento el pagarlo (5,5 €), el porrito que nos fumamos en el parking o un alineamiento de Júpiter con la galaxia de Andrómeda, pero lo cierto es que algo cambio en la mente de César, y aunque yo le prevenía advirtiéndole que lo único que iba a conseguir jugando manos tan mediocres como A3, A4, A7, K7 (todo ello encima multicolor) etc, era un suicidio por adelantado, él se empeñaba en llevarnos la contraria a mi y a la probabilidad matemática.


Craso error. Acabó cometiendo los mismos fallos que aquí un humilde servidor, quemando las fichas y yendo demasiado lejos con manos que no valdrían ni para jugar al cinquillo o al julepe. Y encima como remate final se juega un “all-in” desesperado en el pre-flop con KJ multicolor, habiéndole tocado a otro personajillo de la mesa pareja de ases. Nada salió en las comunitarias, César acabó con carta alta K y “American Airlines” hizo bien su trabajo transportándonos hacia tierras toledanas con más pena que gloria pero con la satisfacción de haber tuteado a los mejores y de haber estado sentados en la cumbre del póquer: el Casino Gran Madrid de Torrelodones…amigos más no se puede pedir. Como dijo cierto personaje de este país: “Buenas noches y buena suerte”.

lunes, 7 de abril de 2008

El más potrero del Oeste

Después de la partida de la semana pasada, al Menchero no le queda más remedio que admitir su parentesco con Lucky Luke. Manos iniciales para tirar a cualquiera con subidas en el pre flop y otras discutibles que se convierten en jugadas invencibles cuando se levantan las tres primeras cartas le fueron de gran ayuda. Para colmo, sus proyectos se completan en el river destrozando las esperanzas de cualquiera. Como dato, sólo perdió dos bazas importantes: una con un full house más bajo que el de su rival y otra tras un all in pre flop con pareja de doses en su mano, que perdieron contra una escalera a pesar de encontrar el tercer 'patito'. Ver para creer.


sábado, 5 de abril de 2008

Lucky Luke toma el mando

La primera partida del mes ha servido como la confirmación del buen momento por el que pasa el Menchero, gran triunfador de la noche dejando a Pepe en un meritorio segundo lugar, aunque dolido por cómo termino la jornada. Pero treinta días dan para mucho y ya en marzo Piranha no pudo aguantar el ritmo con una cifra similar a la del líder de abril.

La jornada empezó como viene siendo habitual en las últimas 'quedadas'. Menchero trincando lo que no está escrito y completando en el 'river' proyectos invencibles para sus rivales. Sí, la diosa fortuna le acompañó. Pero a Menchero ya no se le quitan cinco euros de manera fácil y se está convirtiendo en un referente de la mesa. Algunos lo llaman 'catenaccio', otros prudencia y, los que saben de este juego, lo calificarán simplemente como POKER.

Él dice que sigue los pasos de Emilio, y en cierto modo se peina de la misma manera. Cómo sigua por este camino, acabará decreciendo hasta medir poco más de metro y medio, como su maestro. Gran maestro. La jugada 'Juan Alberto' le echó alguna mano, aunque lo mejor fue verle completar colores, escaleras y todo tipo de full houses. Hasta con parejas medias lograba hacer caja, lo que le permitió alcanzar la poderosa cifra de 20 euros en beneficios.

A metros de distancia se encuentra Pepe, decidido a borrar con el triunfo en el mes de abril el fiasco del torneo. Para él la partida comenzó bien, tirándose algún farol y recaudando alrededor de quince euros en su 'stack'. Sin embargo, en varias jugadas desafortunadas, en las que la curiosidad se impuso a la razón, quiso ver las manos de sus rivales para ir perdiendo poco a poco sus recursos. En cualquier caso, es el mejor colocado para asaltar el tren del dinero.

El tercero, y por primera vez en muchos días con saldo positivo, está colocado Miguel. Cinco céntimos. Ese es su bagaje que, si bien le mantiene todavía lejos de recuperar lo perdido en noches anteriores, va mejorando su clasificación media. Aunque todavía no diga siempre lo que apuesta, ha dejado de hacer montoncitos y ha invertido su tendencia a la baja, demostrándole a Pepe que no es un neonato.

El resto, al estilo de Van Gaal. Todos negativos. Merece la pena señalar que, en el cuarto reenganche y con sólo 1,40 en fichas, quien escribe recuperó prácticamente toda su inversión en sólo quince minutos. Robar ciegas gracias jugar con agresividad fue suficiente para terminar la noche en -1, que no está nada mal después de perder con manos muy buenas contra otras insuperables.

Las pérdidas también fueron moderadas para Mari y César. Este último se caracteriza por seguir una hoja de ruta peculiar. Comienza con tranquilidad, despega a mitad de la partida tomando ciertos riesgos y desaparece cuando en los estertores de la noche. Para entender este comportamiento, basta con echar un ojo a los efectos que provocan las hierbas aromáticas (calma-euforia-decaimiento).

Un poco más se dejaron Alberto y River (-6), aunque el primero aguantó casi toda la partida en pie de guerra y el clon de Chris Ferguson se marchó dando por sentado que una noche que empieza torcida sólo puede conducir a más pérdidas.

Eso fue lo que le sucedió precisamente a Alfonso. El campeón de marzo se hundió como una colchoneta en medio del Atlántico. Trató de agarrarse a un salvavidas al final de la partida pero su afán por recuperar la verticalidad sólo le sirvió concluir con cuatro reenganches que la van a lastrar durante todo el mes. Pero esto es muy largo, y a Juan Alberto 'Lucky Luck' Menchero le puede dejar de acompañar la suerte. Además, hay varias diosas de la Fortuna, como la Breve, la Dudosa y la Mala. La última está descartada en su caso, pero esperemos que tenga de su parte a una de las otras dos.