La jornada comenzó con ausencias notables en la lista de inscritos, como las del Condeduque o Miguelillo, pero el elenco de competidores se aderezó con el debut de Eulogio, Héctor y el Murciano, quienes no tardaron en probar los sinsabores que ofrece la vida en los tapetes. De hecho, los tres fueron los primeros en desfilar después de un descanso en el que se produjeron escasas novedades y donde la piscina dio un plus de calidad al torneo. Lo próximo será alquilar el Spa del Hilton, porque la piscina que ofreció el castillo del Rey Bizarro eleva el vicio a la antesala del paraíso.
La partida se organizó, como de costumbre, en dos mesas que dividieron a los catorce aspirantes al título de campeón estival. La primera de ellas, Pánico, se compuso con Brummel, Pepe, Merchán, Bea, Héctor, Vicente y César; mientras que la segunda, la Veneno, se formó con Alfonso, Laura, Seryis, Eulogio, Murciano, Alberto y Mary.
Después del receso para realizar el correspondiente add on que consumieron todos los calamares, excepto un Merchán que nadaba en la abundancia, se reinició la contienda a muerte súbita. Eulogio (14) fue el primero en recibir el correspondiente aplauso haciendo honor a la canción que se le adjudicó. “Qué manera de perder”, reza el himno atlético de Sabina y qué manera de seguirlo a pies juntillas el rookie, que vio morir a sus dos Jotas a manos de las reinas de Alfonso. Los dos, junto con Alberto metido en el ‘fregao’, cuajaron un full con las cinco comunitarias sobre la mesa. El siguiente en imitar sus pasos fue Héctor (13), cuyo all in antes de las comunitarias con A-4 sucumbió contra los pajes de Bea.
La tercera eliminación fue doble, pues el Murciano (12) se lanzó a la desesperada con K-2 en busca de un flop milagroso que incrementase sus escasas fichas. La contestación de Seryis, con ases en la mano, fue una resubida importante que Alberto (11) vio. Con draw a color en el flop, no dudó en pronunciar un all in que el Publisher aceptó obligado por las circunstancias. Las comunitarias no alteraron la naturaleza de las cosas y la lógica se impuso, por una vez en Calamar Play, para dejar fuera a dos aspirantes a la mesa final.
Tras la mudanza de Brummel a la mesa Veneno, se produjo una pequeña calma en los instantes previos a la formación de la mesa final. Una eliminación separaba a los calamares de tocar el último escalón y Mary (10) fue quien se quedó a las puertas. Con 10-2 en su mano cazó unas dobles en el flop con las que apostó para intentar sacarle dinero a Laura. Pero la Dama de Hierro pagó por un proyecto a escalera con 5-3 que se completó en el turn y con el que no dudó en ver el all in de su rival, a pesar de que había tres tréboles sobre la mesa. El river no modificó el curso de los acontecimientos y la mesa final quedó zanjada.
Nueve supervivientes
La impredecible mesa final se compuso con César (dealer), seguido a su izquierda por Alfonso, Merchán, Seryis, Bea, Profeta, Laura, Vicente y Brummel, quien acudió como ‘short stack’ y se duplicó un par de veces a base de all in preflop, su estrategia básica.
Este tipo de movimientos lo imitaron otros calamares cortos de recursos, como Vicen (9), pero su tentativa tuvo respuesta en el Dictador. Los pajes del primero no resistieron ante la QK del Publisher, quien cazó en el turn una reina cuando ya le valían 17 cartas para completar escaleras, colores o parejas máximas con las que derrotar a su enemigo.
Brummel (8) fue el segundo en apearse de la mesa final. Cayó de forma gris, como corresponde a un ser de su naturaleza, cuando buscó el all in con KJ. Alfonso lo vio con la Kournikova, mano cada día más denostada, y tras experimentar un flop que hizo temblar a los detractores del benjamín del vicio. 6-J-6 hicieron soñar al adolescente con un futuro más claro, pero no tardó en oscurecerse cuando cayó el as de picas sobre la mesa y se remató la faena con otro 6 que le otorgó un full al Rey Bizarro.
El mismo verdugo encontró César (7), quien se defendió como gato panza arriba y que salvó alguna bola de partido en la mesa final. Con un flop Q-9-7, probó suerte en busca de robar el bote con A-J y se encontró con que Alfonso se había quedado una reina y un diez en el pozo. Suficiente para derrotarle.
Algo similar le sucedió a Merchán (6), quien apostó con A-Q en la ronda de ciegas para llevarse algún botín y que se encontró con la respuesta clara de Seryis ante una subida mínima cuando se cuenta con la perla en la manga. La mesa ofreció un precioso diez de tréboles en el flop y Merchán subió de nuevo, encontrándose con una devolución inmediata del envite por parte del Publisher. El all in fue inminente y ni turn ni river ofrecieron al dominador de la primera parte del torneo una tabla de salvación.
En la zona de puntos, el Profeta (5) experimentó un ‘deja vu’ que le persigue. Cazó A-J y volvió a buscar el all in que le permitiese respirar otra ronda, pero los reyes del Publisher acabaron con su sueño de entrar en el dinero. A partir de ahora, Pepe ha prometido ahorcarse cada vez que reciba esa mano en un torneo.
En ese instante, la partida se estancó. A un paso del dinero, los stacks se equilibraron entre todos, con una ventaja sensible a favor de Alfonso. Gracias a ello, contó con un colchón suficiente como para eliminar a Bea (4), quien tuvo que recurrir a restarse con A-8 en el preflop para mantenerse a salvo. El Bizarro la atrapó con A-Q y abrió el camino para el reparto de premios. La pareja de monarcas se quedó contra el Dictador para disputarse el trono de Calamar Play. Como nunca se repite ganador, la estadística sonreía a Seryis, que tuvo además la ocasión de eliminar a Laura (3) y acercarse un poco al stack de Alfonso. La Dama de Hierro (K-6 picas) enganchó un bonito proyecto a color con el que buscó el all in, pero el Publisher (10-7 tréboles) consiguió una pareja alta de mesa en un flop 7-5-3. El turn arrojó un 5 y el river la pica definitiva para Laura, pero con la mala suerte de que era otro 5 y el full superó al color que buscaba.
El mano a mano se dilató por dos niveles de ciegas y hubo tiempo para todo. Alfonso partió con distancia pero los montones se equilibraron hasta llegar a un flop en el que Seryis cazó un set de doses que su rival pagó a gran precio tras capturar un as en el river. Con el Bizarro en desventaja, se llegó a un punto en el que su stack se redujo a 3 ciegas grandes (marchaban por 15 euros). En ese instante, con A-10 en la mano, Seryis resubió para intentar robar y se encontró un all in de Alfonso con A-Q que tuvo que ver, por lo que se volvieron a acercar las reservas.
Tras algún que otro robo y un all in que Alfonso no quiso hacer para intentar salvar parte de sus fichas, llegó la mano definitiva. Seryis completó la ciega burelizando por primera vez en un torneo con K-K, a lo que Alfonso (2) respondió jugándose el resto con pareja de sietes. Las comunitarias sacaron 4-Q-6-5 y, cuando se mascaba la sorpresa con el posible proyecto de escalera, cayó un As de diamantes que le entregó el Trono de Calamar Play al Publisher.
Ahora, después de conquistar el mundo terrenal a golpe de espada y eliminando de manera directa a siete calamares, al Dictador se le abre el reto de tomar también el mundo espiritual. Ése del que todos los campeones hablan y que no es otro que la Maldición del Calamar, que se salda con meses sin pillar. La respuesta, en el VII Torneo, el de Otoño.
P.D. Para no perder sus ganancias, El Seryis se retira hasta entonces a un búnker berlinés a ver si encuentra a una Eva Brown con la que complicarse la vida y se dedicará a diseñar futuros pantanos para que Murcia deje de robar agua a los demás.