Así deberemos saludar todos los calamares del póquer a César a partir de ahora. Y, si juega como en el III Torneo Calamar Play 'Autumn Season', que nadie escatime la coletilla "los que van a morir". Ganó por una razón aplastante capaz de destrozar cualquier ciencia o sistema de creencias: fue el mejor. Y punto.Dicho esto, poco se puede añadir a un torneo que, sin contar con los dos últimos -y primeros- campeones, resultó de mayor calidad que los anteriores. Las causas, son varias, entre las que merece la pena señalar el aumento más progresivo y sensato de las ciegas y el incremento de nivel de los participantes. Ahora, cualquier calamar hace un reloj de madera y le funciona. Vamos, que tenemos más horas de vuelo que Tom Cruise en Top Gun.
La tarde comenzó como de costumbre cuando toca sesión especial. Nervios y dos escenarios de batalla diferentes. De nuevo, la mesa pánico estuvo gobernada por el respeto, mientras que en Veneno las ganas de victoria eran directamente proporcionales a la cuantía de las apuestas. Para dejarlo más claro y contar con una textura más clara del ambiente, en Veneno se reunieron Emilio, Fabio, Merchán, Mary, Sergio, Miguel, Ángel y Álvaro. En Pánico, confluyeron buena parte de la vieja guardia con algunos de los nuevos valores: Brumel, Cristina, Pepe, Alfonso, César, Vicente, Oliva y Alberto.
Precisamente, este último fue el primero en dejar su asiento. Con pareja de 8 en el 'agujero', Alberto (16) se jugó lo que le quedaba, lastrado por un reenganche y más de un 'bad beat' dañino. Lástima que le cazasen dos ases recién salidos de la cocina y le mandasen fuera del torneo antes de llegar al 'add on'.
Todo prosiguió con normalidad hasta el añadido, donde todos los calamares aprovecharon para incrementar sus 'stacks'. Una hora y media apenas había sangrado y nadie quería apearse en la zona gris del 'Autumn Season' por falta de oxígeno. Sin embargo, Álvaro (15) no pudo resistir por mucho tiempo el ritmo de ciegas y su A-8 sucumbió antes unas dobles parejas de Emilio (6-7).
La siguiente en desfilar del torneo fue Mary (14). Tras manejarse con mérito y solvencia en los primeros niveles, cayó por confiar demasiado en dos señoritas que claudicaron ante los dos reyes del Publisher. El 'all in' se fraguó tras el flop y ni turn ni river acompañaron a las damas, que se mostraron nuevamente como el sexo débil ante los chicos con barba de la baraja (los jacks no son machotes y, como mucho, merecen el calificativo de eunucos).
Paradójicamente, Seryis eliminó también al siguiente calamar. Tras un flop 8-3-9, quien escribe subió dos euros, a lo que Emilio (13) respondió con un rápido call. Q en el turn y nueva apuesta (4 euros) del Publisher, con el consiguiente call del bajito. Otro 8 en el ruiver y 'check' del Seryis, a quien le sonaron a música celestial las sílabas de la palabra TODO del chiquitín. El full de quien escribe (ochos sobre treses) era insuperable para la escalera (8-9-10-j-q) de uno de los favoritos al triunfo.
Ante el carrusel de bajas en Veneno, tocó reclutar materia prima desde el Pánico, y Vicente (12) fue el primero en intoxicarse. Su 'stack' no le permitió grandes alegrías y el ritmo de apuestas le abocó a un all in masivo en el que Ángel con un color milagroso, comenzó a fraguar su leyenda. Miguel (11) fue el primero en tropezarse con la figura emergente del torneo, tras perder en dos manos todas sus fichas. En la segunda, la definitiva, su pareja de nueves cayó a los pies de la Kournikova del colista (por poco tiempo) de Calamar Play. El as apareció en el flop y tumbó los sueños del jugador más impredecible, y por ello de los mejores, de este universo pokero.
Otro as le dio la posibilidad a Ángel (a-5) de eliminar a Fabio (puesto 10), cuya pareja de jzcks no le bastó para resistir (y salvó cuatro all in) antes de la formación de una mesa final con ocho supervivientes y un 'millonetis'. El colista, con más de cien euros en ganancias, tenía tanto dinero como el resto de jugadores unidos, que se dice pronto.
En la última tabla, Pepe (9) se marchó con el objetivo cumplido pero con ganas de haber peleado más. Un proyecto de color que se topó contra otro proyecto idéntico, pero mejor, de César le puso contra las cuerdas. Al profeta lo descabelló el Seryis, con A-J que se pulió a 10-8 de diferente palo con 'all in' preflop incluido.
A manos también del Publisher cayó Oliva (8), cuyos proyectos de color y escalera (q-9 de picas) nada pudieron hacer contra la pareja de jotas desde el reparto de Seryis. En el turn le valían 16 cartas, pero ninguna salió en el river. Merchán (7) le siguió al poco tiempo: con QK se la jugó contra la pareja de dieces de Ángel; las cartas comunitarias, por este orden, dicen todo del full milagroso que pescó la revelación del torneo (a-j-j-k-10). Para muestra, unos porcentajes, siempre con Ángel como referencia para vencer, excepto en el turn, donde necesitaba algo más que suerte: (Preflop 53%, 66% y 11%).
Alfonso (6), uno de los más cortos de fichas, acabó en sexto lugar. Con J-8 jugó con fuerza contra César en el flop (J-7-6), pero la noche era propiedad de su rival y le mostró dos Reyes que se convirtieron en trío en el river, para tirar por tierra sus esperanzas de cobro. Fue el despegue definitivo el verdadero astro de la noche.
Cristina (5), una de las debutantes (su segunda partida de hold 'em) resistió como pudo los aumentos de las ciegas para salvar, al menos, un punto en la Carrera de Campeones. Con 7-5 y pareja de sietes (Q-Q-7), no se percató de que Ángel podía llevar la tercera señorita, lo que derrumbó sus esperanzas de meterse en el dinero.
Igual de corto en víveres encaró Brumel (4) la fase final, por lo que se tuvo que conformar con marcharse en una cuarta posición más que satisfactoria. Jugando lo más apretado que se puede imaginar, se plantó con J-10 en un all in que César vio cazando su pareja de reinas y acabando con las esperanzas del neófito de debutar con victoria.
Inmediatamente después, cayó Seryis (3), dolido tras una derrota anterior contra César con pareja de Reyes que fueron superadas por unas dobles (A-10) en el turn. A pesar del sangrante all in, el Publisher aguantó hasta la tercera plaza donde, con A-8 suited se lanzó un all in de 43 euros en busca de 15 euros en ciegas. 9-10 off suited de César se volvieron a transformar en dobles en el flop y acabaron con la existencia en el torneo de un tipo al que, llegada la última mesa, le daba lo mismo ser poeta o ser basura. Tocó lo segundo.
La final dejó a César cargado hasta las trancas contra un Ángel al que la pérdida paulatina de fichas había mermado su confianza a la vez que multiplicó por infinito sus miedos. Fue cuestión de tiempo que el 'dictador romano' torpedease las reservas de su contrincante hasta que le forzó a un 'all in' con una mesa comunitaria de 2-k-k-9. La pareja le pareció suficiente a la revelación (9-6) que se lanzó con todas sus fichas, siendo cazado con maestría por César (K-5) y probando el lado más amargo de una final: la derrota.
Con todo, poco se puede hacer cuando juegas contra el mejor y el mejor tiene más potencia de fuego que tú. Habrá quien piense en que César, el más corto de fichas en la última mesa, nunca debió llegar hasta allí. Pero su talento le transportó a la final como le hubiese podido llevar hasta las Galias para cargarse a Asterix, Obelix, Panoramix y, si se pone por medio, el jabalí del poblado. Es el justo ganador porque el mejor se lo merece todo. Ave César, todos los que murieron te saludan.
